lunes, 24 de diciembre de 2007

TODAVÍA, de Benedetti

Esta mañana ha llegado Père Nöel. Lo ha hecho antes de tiempo, adelantándose unas cuantas horas, y me ha dejado dos regalos: uno encima de la cama, a mi lado, observándome cuando me desperté, y el otro me lo dio en mano... un libro de cuentos del señor Mario, con el que probablemente querría pasar más de cinco horas. Y me acordé de su poesía, de la manera tan dulce, limpia y clara con la que expresa sentimientos y lo fácil que es sentirse identificado al leerla.


Todavía


No lo creo todavía.
Estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría.

Palpo, gusto, escucho y veo
tu rostro, tu paso largo,
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa.

Sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía.

Pero venís y es seguro,
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios:
te querré más
todavía.


Felicidad navideña :)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que este año la Noche Buena se me ha adelantado un día...

Por cierto, es mentira que la gente sea hipócrita en estas fechas, si no mira tú esa dadivosa persona que anda dejando billetes en la calle, repartiendo felicidad...

Anónimo dijo...

Sí. Será que la Plaza Mayor tiene ese algo mágico que hace encontrar y reencontrar cosas supuestamente perdidas...